Este proyecto de reforma trata de cambiar absolutamente el entendimiento del espacio y de la relación entre la cocina y la sala de estar de la vivienda situada en la calle Ganduxer. Para ello, se hace ver al cliente que ver los espacios individualizados como salón, comedor, cocina y estudio le está perjudicando en el modo de entender y vivir el espacio.
Por eso optamos por derribar todos los tabiques divisorios que generan estos espacios tan marcados y se proyectan dos grandes puertas correderas de vidrio y acero de forjado a forjado que funcionan como “tabiques móviles”.
La cocina es muy importante en este proyecto porque pretende enseñar la unión de estos espacios y a la vez separarlos. Toda la cocina tiene una luz perimetral indirecta para generar un ambiente más cálido cuando se requiera.
El pavimento cambia al entrar en la cocina y eso también divide espacios cuando las puertas correderas están abiertas. Para unificar espacios, la cocina genera con los muebles una continuidad de espacios, alineando los muebles de cocina con los tabiques del salón y así generar un “muro de armarios”.
Podríamos decir que el proyecto es un camino que te lleva desde la zona de servicio y lavandería, pasando por la cocina, que gracias a la apertura generada tiene unas vistas de Collserola impresionantes que llega hasta el amplio salón con un ventanal que se abre hacia todo Barcelona.
